El baile, desde épocas inmemoriales acompaña a la humanidad.
En principios, como un ritual, como ofrenda o como expresión digna de homenaje a un invitado.
Más tarde, los reyes utilizaron los bailes como un medio político, ya que en los grandes agasajos se cocinaban negocios, rebeliones, traiciones y hasta amoríos escandalosos.
Aún mas tarde, en medio de la primera guerra, moda y danza comienzan a caminar juntas, hasta convertirse en un modelo de vida. En cambio, con la segunda guerra mundial, se rompió uno de los más grandes movimientos populares que estaba llamado a copar el mundo: El Jazz.
Luego lo hizo, pero no fue con la impresionante pasión de los años anteriores a la guerra.
Justamente, ese rompimiento cultural, dio paso a otros modelos y formas de entrega de la música para la danza. El cine, convirtió a las estrellas de los grandes musicales norteamericanos y franceses, en el centro de atención de las modistas - si, en ese entonces eran mujeres- dueñas de los diseños de la moda en el mundo.
Y allí, el baile pasó a ser propiedad exclusiva del pueblo.
Las áreas industriales comenzaron a pujar entre ellas para imponer modelos de danzas y arabescos que Ginger Rodger y Fred Astaire, habían dibujado en el cine.
En tanto, el mundo industrializado y dueño de los ingenios económicos, avanzaban llegando a trasladar su modelo económico - más la mafia - a los países de centroamerica y luego a sudamerica.
Y allí, estaba La Nona, más joven, bella y maravillosa que ahora.
En medio de los bailes populares arrancaba suspiros y demolía a esos tanos, alemanes, yugoslavos, rusos, franceses y criollos con pasos livianos y elegantes al compás del tango. También combatido por las familias ricas del país. Pero, La Nona tenía a mano el jazz, el charleston, el pasodoble, el vals y los foxtros.
Ahahahahaha, la nona se bailaba hasta la presentación de las orquestas, porque antes -aunque te parezca mentira- se IBA A BAILAR, corría un copetín más o menos, pero la realidad: era bailar.
Y todos fueron ganados por la pasión de la danza.
Las grandes orquestas del mundo se comieron a los grandes del jazz, que si no tocaban allí, eran más ignorados que un Punk en la casa de Atahualpa Yupanqui.
En Argentina, los tangueros se defendían como gato en la pila de leña, pero los ritmos foráneos iban minando su resistencia en base a un gran movimiento discográfico barato y muy bien promocionados en la radio.
Y así la Nona conoció a grandes de la música que disfrazando sus nombre o asumiendo su hambre con las orquestas de su apellido, concurrieron a al revolución del disco masivo.
Por eso, si andáis medio corto de efectivo para comprar la tarjeta para mandar sms, bajale estos tres temas a la Nona, y te seguro le haces los veinte para los mensajitos.
Te doy algo de letra como para hacerla bien:
Piano Alemán por Déo, un pianista medio pelo, pero que con grandes músicos pudo organizar una orquesta que hizo cosas más o menos pasables. Y como éste Piano Alemán, fue un gran éxito de todos los tiempos, el tipo no solo ganó plata, sino, que logró cosas más importantes, como por ejemplo, ser musicalizador de cine.
El otro, es un cantante de oro del cincuenta: Steve Lawrence haciendo un clásico también: Sin embargo.
¡¡¡Ah, papito, las mujeres se morían por él!!!!
Y el último, Jo Reisnman con Pequeña Flor, y te aseguro que si con éste, no le sacás para dos tarjetas y la Coca, no escribo más.
Tomáte cinco minutos hacé Click aquí y ponte camino a lo de la Nona.
Ojo, la Nona es jubilada, no la dueña de Canal 13, así que para la otra tarjeta te mando otros tres más adelante.
En principios, como un ritual, como ofrenda o como expresión digna de homenaje a un invitado.
Más tarde, los reyes utilizaron los bailes como un medio político, ya que en los grandes agasajos se cocinaban negocios, rebeliones, traiciones y hasta amoríos escandalosos.
Aún mas tarde, en medio de la primera guerra, moda y danza comienzan a caminar juntas, hasta convertirse en un modelo de vida. En cambio, con la segunda guerra mundial, se rompió uno de los más grandes movimientos populares que estaba llamado a copar el mundo: El Jazz.
Luego lo hizo, pero no fue con la impresionante pasión de los años anteriores a la guerra.
Justamente, ese rompimiento cultural, dio paso a otros modelos y formas de entrega de la música para la danza. El cine, convirtió a las estrellas de los grandes musicales norteamericanos y franceses, en el centro de atención de las modistas - si, en ese entonces eran mujeres- dueñas de los diseños de la moda en el mundo.
Y allí, el baile pasó a ser propiedad exclusiva del pueblo.
Las áreas industriales comenzaron a pujar entre ellas para imponer modelos de danzas y arabescos que Ginger Rodger y Fred Astaire, habían dibujado en el cine.
En tanto, el mundo industrializado y dueño de los ingenios económicos, avanzaban llegando a trasladar su modelo económico - más la mafia - a los países de centroamerica y luego a sudamerica.
Y allí, estaba La Nona, más joven, bella y maravillosa que ahora.
En medio de los bailes populares arrancaba suspiros y demolía a esos tanos, alemanes, yugoslavos, rusos, franceses y criollos con pasos livianos y elegantes al compás del tango. También combatido por las familias ricas del país. Pero, La Nona tenía a mano el jazz, el charleston, el pasodoble, el vals y los foxtros.
Ahahahahaha, la nona se bailaba hasta la presentación de las orquestas, porque antes -aunque te parezca mentira- se IBA A BAILAR, corría un copetín más o menos, pero la realidad: era bailar.
Y todos fueron ganados por la pasión de la danza.
Las grandes orquestas del mundo se comieron a los grandes del jazz, que si no tocaban allí, eran más ignorados que un Punk en la casa de Atahualpa Yupanqui.
En Argentina, los tangueros se defendían como gato en la pila de leña, pero los ritmos foráneos iban minando su resistencia en base a un gran movimiento discográfico barato y muy bien promocionados en la radio.
Y así la Nona conoció a grandes de la música que disfrazando sus nombre o asumiendo su hambre con las orquestas de su apellido, concurrieron a al revolución del disco masivo.
Por eso, si andáis medio corto de efectivo para comprar la tarjeta para mandar sms, bajale estos tres temas a la Nona, y te seguro le haces los veinte para los mensajitos.
Te doy algo de letra como para hacerla bien:
Piano Alemán por Déo, un pianista medio pelo, pero que con grandes músicos pudo organizar una orquesta que hizo cosas más o menos pasables. Y como éste Piano Alemán, fue un gran éxito de todos los tiempos, el tipo no solo ganó plata, sino, que logró cosas más importantes, como por ejemplo, ser musicalizador de cine.
El otro, es un cantante de oro del cincuenta: Steve Lawrence haciendo un clásico también: Sin embargo.
¡¡¡Ah, papito, las mujeres se morían por él!!!!
Y el último, Jo Reisnman con Pequeña Flor, y te aseguro que si con éste, no le sacás para dos tarjetas y la Coca, no escribo más.
Tomáte cinco minutos hacé Click aquí y ponte camino a lo de la Nona.
Ojo, la Nona es jubilada, no la dueña de Canal 13, así que para la otra tarjeta te mando otros tres más adelante.
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